A veces las casualidades son muy gratificantes, y en este caso lo es, y mucho.
Pero vayamos a hace unos años, cuando uno se podía reunir en jornadas y disfrutar de cosas simples, y este es el caso de las jornadas de la asociación cultural Acnil de Burgos, donde por casualidad mi sobrina se apuntó a jugar a Aquelarre. Allí se sentó en la mesa de un director de juego al que no conocía, Guillermo, y por unas cosas y otras acabaron hablando, por supuesto, de Aquelarre, y de la campaña burgalesa de "La Niebla"... que casualmente escribió "su tío". Tras eso coincidió que esta asociación comenzó a compartir nuestro local, dándole nuevos aires, y por whatsapp conocí a Guillermo, al que "conocía por referencias"... y es triste, pero aún no lo conozco en carne y hueso.
Y así hemos estado hasta que Guillermo me ofreció ayudarle a escribir un módulo, sobre una leyenda del Cid en una zona próxima al monasterio de Silos. Su intención era lograr escribirla para una fecha que era su cumpleaños, y deseaba regalársela a sus jugadores, y aunque tenía muy encaminada la idea, le faltaba un último impulso. Por suerte decidió que ese impulso podía ser yo, y nos embarcamos en hacer crecer una idea, una leyenda y que surgiera la trama de la Virgen del Sol.
Y este es el resultado de su esfuerzo por regalar diversión y rol.