...y llegados a este momento, unas últimas líneas.
El tiempo ha pasado. La Crónica de “Legado” comenzó a idearse allá por el año de Nuestro Señor del 2.006, y si mal no recuerdo, en el siguiente año comenzó a interpretarse. Ha sido una de las Crónicas más queridas por mi, no por considerarla la mejor, que no creo que sea la mejor que he podido idear, pero para mi supuso “mi regreso” al mundo del rol. ¿Y que demontres digo con esto? Quiero decir que la vida, por los compromisos que vas adquiriendo, sean familiares o profesionales, te pueden alejar fácilmente de algunos de tus ocios, y en mi caso me alejó de las mesas de rol... Por fortuna, las cosas tomaron un camino que me permitió volver a sentarme y poder tirar unos dados.
La primera intención fue hacer unos módulos, cuyos guiones “primigenios”, de los nueve, se idearon mientras no podía “jugar”, pero que no hacía que me olvidara del rol. Por este motivo, las escribía con muchas ayudas y explicaciones, pues no estaba en mi ánimo el dirigirlas, sino más bien que lo hicieran otros. Tal vez ha habido demasiadas ayudas, tal vez la Crónica no sea sencilla de llevar a la mesa de juego pues no hubo sesiones de “prueba”, tal vez no la juegue nadie más que mi grupo de amigos... Pero al final del camino, “Legado” ha merecido la pena...
Ahora es el momento de recordar el enorme esfuerzo de Ani, que tras la desgracia de “perder” mi “biblioteca” de esta Crónica, pues dos discos duros se me “murieron” en apenas dos días con todos los documentos de trabajo de la Crónica, se dedicó a re escribirme mucho de lo que había “muerto”. Muchas gracias por estar ahí, y eso, sin gustarte esto del rol.
También quiero mencionar a Alipio, Diego, Fernando, Roberto y Rodrigo, que han sido Olmedo, Crocenera, Steiner, Lluna y Piedrasacra... Ellos han llevado mucho de la Crónica, jugando, animando, y presionando para continuar escribiendo el “Legado”. Y especialmente a Roberto y Rodrigo por ayudarme a terminarla y valorarla...
Y por último, a quien tuviera a bien haber leído todo, también gracias por haber tomado el tiempo y el ánimo de hacerlo.
Aquí, en la Ciudad de los Dioses,
aprovechando
lo encontrado y su secreto
Mis hermanos
y yo hemos escondido
la Clavícula
de Salomón...
Se que
esconde un secreto.
El secreto de
Eternidad.
El Secreto de
mi debilidad.
Sea lo que
sea,
se que debo
ocultarlo
de mi mismo.
Esta ha sido
mi última voluntad como hombre
y estas son
mis últimas palabras como hombre.
He negado mis
recuerdos a lo que vendrá.
Lo pasado le
será vedado.
Por siempre.
Mi alma
camina poco a poco hacia el Infierno.
Cada noche
que pasa su oscuridad me inunda.
Evitamos el
Renacimiento de Naberius como Señor de Todo,
pero su
esencia infernal y su poder no murió,
crece dentro
de mi y cada vez es más poderosa.
He visto lo
que sucederá
y cada
generación será sacrificada para que
la esencia
del Infierno continúe su Legado.
No somos
Naberius.
Somos más.
Somos Demonio
con Alma Inmortal.
Somos más que
un Dios.
Así hasta que
llegado el Final del Camino
seamos
plenamente Inmortales.
Dios y
Demonio en la Tierra.
Más allá de
su poder y comprensión.
Y ese Legado
me aterroriza,
a mi y a mi
familia.
Por eso
entrego estos papeles,
los últimos
de mi voluntad
a mis
hermanos,
para que se
protejan de mi y de ellos mismos.
Ese es
nuestro terrible Legado.
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